El edificio es enorme, hay cubículos de oficinas por todos lados, decenas, cientos, miles de ellos. Se ve uno. Sentado está un señor llamado Ronaldo haciendo su papelería. Al lado de él, un pilón de hojas que llega hasta el techo y su computador. Su camisa esta desteñida por su transpiración y por tantos lavados. Sus ojos rojos como el amanecer.
Está el pequeño Ronaldo sentado en una mesa jugando con su osito. Al lado suyo su padre leyendo el diario de la primera mañana.
Padre de Ronaldo
Mi pequeño Ronaldo, cuando seas grande serás oficinista como papá.
Ronaldo:
¿Y que es eso padre?
Padre de Ronaldo:
Oh hijo Mio, es un trabajo grandioso.
Ronaldo:
Entonces quiero ser oficinista como mi papá
Padre de Ronaldo:
(Con un malévolo rostro) Lo serás hijo, lo serás MUAHAHAHA
Ronaldo
Por que te ríes así padre
Padre de Ronaldo:
Por que te quiero mi hijo, me río por que te quiero.
Se lo ve a Ronaldo trabajando día y noche. Por momentos mira a la ventana y ve niños jugar con sus padres. Hasta que un día, cuando estaba trabajando como siempre, su cara cambia ya no es ese indefenso Ronaldo . Se levanta de su silla. Tira todos los papeles de la mesa. Toma un bolígrafo y lo clava en su monitor que explota lumínicamente. Pone sus manos en las patas de la mesa y la da vuelta con la furia de un animal salvaje.
Todos los demás oficinistas van a ver qué pasa. Ronaldo está completamente desquiciado. Sale de su cubículo y comienza a caminar observando a esos ilusos oficinistas que lo miran absortos. Ronaldo aumenta la velocidad de sus pasos. Hasta que se tropieza con un reloj despertador. y lentamente cae contra la ventana. Su cara de miedo y descontento.
Se oye el ruido feroz de vidrios que se rompen.
Ronaldo cae y cae y cae y sigue cayendo. Nadie se fija en el desde el edificio. Ronaldo se duerme.
Ronaldo sigue cayendo. Saca un crucigrama y comienza a hacerlo. Se escucha el grito de una mujer y ruidos vidrios romperse. Al poco tiempo al lado de Ronaldo aparece una mujer. Ronaldo la mira con ojos de enamorado.
Ronaldo:
Buenos días
Mujer:
Buenos serán los tuyos jajaja
Ronaldo:
Dímelo a mí, hace horas que estoy cayendo de este maldito edificio, por cierto ¿cual es tu nombre?
Mujer:
Oh perdón por no presentarme, mi nombre es Fernanda Gonzalo Muriel de Las Antillas Ramírez González, Pero puedes llamarme simplemente Mujer.
Ronaldo:
No, las disculpas son mias, mi nombre es Ronaldo. ¿ y tú como has terminado aquí?
Mujer:
Yo estaba regando mis malvones con mí regadera de vidrio y me resbalé, se me cayó la regadera y yo también jaja.
Ronaldo y Mujer cayeron y cayeron y cayeron y siguieron cayendo. Ellos se miraban constantemente, amándose con la mirada. Y es así que después de varios meses de caer, arreglaron casarse.
El día del casamiento un cura se tiró del edificio y comenzó la ceremonia aérea. Estaba su casa llena de suicidas emocionados viendo la boda.
Cura: Por el poder que me concede esta noble iglesia de aviadores , los consagro Ronaldo y Mujer. Puede besar a la novia.
Ronaldo: Oh Mujer, eres mi mujer
Mujer: Oh Ronaldo, eres mi Ronaldo.
Ronaldo y Mujer eran tan felices , se nota en sus rostros. Ellos para matar el tiempo cuidaban a los suicidas y los rehabilitaban. Para luego lanzarlos a la primera ventana que se asomara. Y así es que crearon la fundación, “Volemos hacia un mundo mejor”. El tiempo pasaba y Mujer se embarazo. Al poco tiempo dos hermosos paracaidistas llegaron al mundo. La felicidad se notaba en la cara de Ronaldo. Pero un día, vieron el suelo. Todos comenzaron a gritar. Todos se tomaron de las manos y se abrazaron fuertemente.
Ronaldo esta acostado en su mesa con todas las hojas tiradas por su cubiculo, todo despeinado y barbudo.
Jefe
Ronaldo, Ronaldo, ¿RONALDO QUE HACE DURMIENDO EN HORAS DE TRABAJO?
Ronaldo se despierta, su jefe se había ido. Su cara estaba perdida. Sale de su cubículo y se pone frente a la ventana. Ve caer una regadera de vidrio.
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